La cirugía oral y maxilofacial es una especialidad médica que involucra procedimientos quirúrgicos en la boca, la mandíbula y las regiones faciales. Los procedimientos realizados en este campo incluyen extracciones dentales, realineación de mandíbula, implantes dentales, reparación de traumatismos faciales y tratamiento de fracturas de mandíbula. Dado que la cirugía oral y maxilofacial a menudo implica tratamientos significativos, hay ciertos aspectos en los que los pacientes deben tener en cuenta.
Qué deben hacer los pacientes?
En primer lugar, es importante que los pacientes proporcionen un historial médico completo y preciso para garantizar el desarrollo de un plan de tratamiento adecuado. Debes informar a tu cirujano sobre tu estado de salud actual, alergias, medicamentos que estás tomando y cualquier cirugía previa a la que te hayas sometido. Esta información ayuda a tu cirujano a planificar el tratamiento adecuado para ti e identificar cualquier riesgo potencial de antemano.
También es crucial cumplir con las instrucciones de tu cirujano antes y después de la operación. Antes de la cirugía, debes seguir instrucciones específicas, como ayunar o restricciones de medicamentos según lo recomendado por tu cirujano. Después de la operación, debes tomar analgésicos, antibióticos u otros medicamentos recetados regularmente según lo recomendado por tu cirujano. Además, debes prestar atención al cuidado de la herida, las restricciones dietéticas y las limitaciones en las actividades físicas.
El período de recuperación postoperatoria es de suma importancia. Debes mantener una higiene oral regular según las instrucciones de tu cirujano y utilizar enjuague bucal recomendado si es necesario. El cumplimiento de las normas de higiene es esencial para prevenir infecciones de la herida, y debes seguir las instrucciones de tu médico con respecto al cuidado de la herida. Además, es importante seguir la dieta prescrita y evitar consumir alimentos extremadamente calientes o duros.
Por último, es crucial consultar inmediatamente a tu médico si experimentas algún efecto secundario o complicación. Por ejemplo, si experimentas dolor excesivo, hinchazón, sangrado, cicatrización retardada o signos de infección, informa a tu médico de inmediato.